Los bulbos de ajo están listos para cosechar a fines de la primavera o el verano, de siete a ocho meses después de la siembra.
Los signos externos son las hojas verdes, que comenzarán a ponerse marrones, y los tallos de las flores, si están presentes, que comenzarán a ablandarse, aunque se mantendrán verdes.
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Los signos externos son las hojas verdes, que comenzarán a ponerse marrones, y los tallos de las flores, si están presentes, que comenzarán a ablandarse, aunque se mantendrán verdes.
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